Archive for May, 2008

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250. Cinco minutos en… shinkansen

May 29, 2008

Siguiendo con la serie “Cinco minutos en…“, de camino a Osaka, tuve la oportunidad de grabar lo que se ve a través de la ventana de un tren bala japonés. En este caso era un shinkansen de la Serie 700 que alcanza una velocidad máxima de 280 km/h. Siiii, ya se que hay trenes en Europa que son más rápidos, más nuevos, más, más, más… Pero esta no es una entrada para hablar de trenes.

Dudaba si ponerlo dentro de la colección de “Qué me gusta de Japón“. Cierto es que cada país tiene su paisaje de fondo. Ese que cuando viajas rápido y ves a través de una ventana te hace pensar que “ese sitio es diferente a los demás”. Diferente, ni mejor ni peor.

El paisaje a través de la ventana de un tren (bala o no) que se puede ver en Japón, me encanta y me tiene embobado por lo menos hasta que me quedo dormido.

Me fascina la cantidad de árboles, campos y zonas verdes que se pueden ver, campos de arroz, pequeños caminos y perfectas carreteras, ríos, cables, pequeñas casas y grandes pisos,..

Otra cosa sin encanto aparente de este país que me puedo pasar horas mirando como un tonto… y no me canso.

Vuelvo a recomendar ver el vídeo a pantalla completa y haciendo uso del HD.

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249. Más o menos… Yo

May 28, 2008

Después de mi experiencia con el simpático de El Greco y siguiendo a @kanyin vía Twitter, he descubierto la página del Faceyourmanga que, aunque por ahora sólo está disponible en italiano, te hace perder unos minutos de buena manera.

Realmente no sé si se ha hecho un Meme sobre esto, pero si no… ya va siendo hora.

Bueno, después de unos minutos de trabajo y teniendo en cuenta que tu seleccionas las partes que quieres, no es un programita que te redibuja a partir de una foto como el Facetransformer (por lo que uno siempre sale un poco más guapo de lo que es…) este soy, más o menos… yo.

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248. 2a Quedada en Kansai aka KDD 2.0

May 27, 2008

Flapy es un tío de Madrid que está viviendo en una montaña bastante lejos de Osaka. Bastante. Está tan lejos que hasta a los pájaros les da pereza ir…

Osaka es, para un tokyota hecho y derecho como yo (…), un pequeño pueblecito. Con sus cangrejos gigantes de plástico, sus peces globo, sus takoyaki y un catálogo culinario para llenar una entrada del blog. Por algo está considerada “la cocina de Japón”. Por si eso fuera poco, Osaka también es conocida por ser la cuna de muchos de los humoristas del país. Tienen incluso escuelas de humoristas… cosa que podrían importar a Tokyo, a ver si se ve a alguien un poco menos serio en el tren algún día…

El caso es que el sábado pasado organizó una quedada de hispano parlantes en Osaka y yo, como buen barcelonés, me acerqué a demostrarle mi odio hacia los madrileños y de paso comer algo…

Como llegué por la mañana temprano y aunque llovía lo suficiente para que uno se pusiese de mal humor, hice un poco de turismo gastronómico y me acerqué a algunos sitios que en mi visita anterior, hace dos años, no había visto. Confirmé que el takoyaki de Tokyo comparado con el de Osaka sabe a cacafú. Comprobé que es una pena que el castillo de Osaka sea muy bonito por fuera pero un simple museo por dentro.

A eso de las 19.30 nos encontramos todos debajo del enorme cartel de Glico. Unos ventialgo que en dos patadas nos plantamos en el izakaya de turno a cenar. Todo buenísimo y en un ambiente muy acogedor.

¿Después?… una hora de karaoke y unas horas de discoteca, casi sin movernos del sitio. Un rato muy divertido en el que conocí buena gente pero que a la vez me supo a poco por la brevedad del momento…

Hice fotos de los que tenía más cerca y no son ni la mitad de los que éramos, pero a medida que los demás asistentes con blog hagan las respectivas entradas, intentaré poner el enlace a sus páginas.

He aquí la versión de: Marcos, la de Flapy, la de Sea Jackal.

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247. Ganbare Takamisakari!!

May 23, 2008

Déjame que te cuente la historia desde el principio…

El año pasado dando una vuelta por Asakusa después de ver el Hanabi, me encontré con un tío enorme vistiendo yukata (una especie de kimono de verano), con cara de chaval y una enorme sonrisa caminando sólo. Resultó ser Takamisakari. Por las dimensiones, un sumotori (luchador de sumo).

Cuando fui al sumo me enteré que ese tal Takamisakari, debido a su fama es tan querido como odiado por los espectadores. Desde mi punto de vista y sin conocerlo, es un comediante, al que le gusta lo que hace y se lo toma con humor. Con ello se gana la sonrisa de mucha gente y los malos comentarios de algunos pocos que dicen que es tonto o retrasado… por el simple hecho de que siempre está riéndose…

El caso es que como sumotori no destaca como lo pueden hacer Hakuho o Asashouryu, pero se ha ganado el aprecio de mucha gente por su carácter. Yo uno de ellos. Tanto que me compré una camiseta con su nombre para presumir.

Sobre el sumo… déjame contar mi experiencia. El sumo tiene un gran inconveniente: que dejan pasar españoles al recinto. Con la mala suerte que esos españoles te los encuentres sentados en el asiento de delante. ¿Qué pasa? Pues que los españoles, en general, no sabemos diferenciar los deportes y nos pensamos que todo es fútbol… por eso gritamos insultos como “cobarde”, “cagón”, “gordo”, “maricón” y un bonito etcétera que me hacen sentir vergüenza ajena, asco y ganas de darle una colleja a alguien.

Si quitas a esos impresentables, que casualmente eran españoles, y me estropearon el 90% de los vídeos con insultos, el sumo es: increíble.

Cuando lo veía en la tele me parecía un deporte extremadamente aburrido, en el que dos tíos se peleaban cinco segundos después de cinco minutos de preparaciones. Ahora le he encontrado el encanto a ese momento de preparación. Todo sigue un ritual en el que los luchadores se presentan, se dirigen a sus respectivas esquinas para secarse el sudor, lanzar sal para purificar el suelo de combate. Se vuelven a encontrar en el centro. Si ambos ponen las dos manos en el suelo el combate empieza, si uno de ellos necesita algo más de tiempo para prepararse… se levanta y vuelve a su esquina unos segundos. Así hasta que ambos están listos. Eso es “la preparación”. Uno se levanta y crispa los nervios del otro, el ambiente se carga, se miran amenazadores, se retan…

¿Qué no me gusta del sumo? La publicidad. Me parece hipócrita. El terreno de combate es un sitio sagrado en el que sólo pueden pasar los sumotori, los arbitros, la gente que limpia,.. En las instrucciones que te dan en la entrada, pone bien grande que está prohibido acercarse incluso cuando ha acabado el último encuentro. Pero cuando pelea alguien famoso se llena de gente paseando carteles con anuncios del producto que tal o cual luchador promociona. Sé que todo es un negocio, que posiblemente sea una tradición antigua también, pero me parece hipócrita y de mal gusto si realmente es un espacio sagrado. Los anuncios deberían pasar por fuera.

Las reglas creo que son por todos conocidas… el primero que toque el suelo con alguna parte del cuerpo (que no sean los pies, claro), pierde: El primero que salga del círculo de combate, pierde. El que haga un ataque ilegal, pierde. El que pierda el mawashi (“calzón” que visten), pierde.

Cuando el combate acaba, el perdedor saluda y se retira. El ganador se pone de cuclillas y recoge el dinero de la victoria.

Aquí os dejo los preparativos y pelea del japonés Takamisakari con mawashi azul y el ruso Roho con mawashi negro. Donde se puede ver que la lucha puede ser menos interesante que los preparativos… además de la cantidad de publicidad de ochazuke (un plato a base de arroz y té verde) de la empresa Nagatanien que patrocina a Takamisakari. Como extra el combate entre Hakuho, hasta entonces imbatido (esta semana ha perdido tres veces), vistiendo mawashi marrón, contra Kisenosato con mawashi rojo.

(Ganbare Takamisakari significa “Ánimo Takamisakari!!”).

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246. Made in Japan

May 22, 2008

Pero con mano de obra española.

Cinco huevos japoneses, una cebolla japonesa, siete patatas japonesas (de Hokkaido para ser exactos), dos ajos japoneses y aceite japonés de gardenias (natane). Algo más de un kilo de tortilla de patatas.

Viendo a Ale freír cebolla me entró el antojo de tortilla de patatas (que la vamos a hacer… soy así de raro) y no me lo podía quitar de la cabeza hasta que al final la he hecho. Es la receta española que más hago en Japón aunque sé alguna más.

Un día en España para cenar tenía restos de tortilla y arroz hervido. Así que puse el arroz en un bol, le puse furikake (un condimento deshidratado a base de algas, pescado y otras cosas que se usa en la cocina japonesa aunque parezca comida de la Luna), la tortilla de patatas cortada en cima y lo regué un poco con salsa de soja. Desde entonces me gusta comérmela así.

Los más puristas pensarán que es “desperdiciar” una tortilla, eso de ponerle furinosequé y salsa de los “chinos”… tonterías. Desde mi punto de vista el sabor está perfectamente respetado y además me encanta.

A todo eso y a falta de que alguien me demuestre que ya lo había hecho antes, lo llamé Frandon (フラン丼)… que para eso lo “inventé” yo. “Don” de donburi que en japonés significa “cuenco” y da nombre a unos cuantos platos de la gastronomía de este país (katsudon, unagidon, gyudon,..).