Hablar del nattō a estas alturas no tiene ningún mérito, lo sé, pero tampoco quiero plantear esta entrada como “tío, mira lo que me he encontrado en el supermercado!” o “joder, los japoneses comen cosas podridas!”. Simplemente es algo de lo que me apetecía tener una entrada. Además se puede encontrar en algunos restaurantes japoneses fuera de Japón.
El nattō es una de las cosas que te dará un japonés de comer cuando te quiera ver con cara de asco, cuando te quiera sorprender o impresionar. Si tu respuesta no es ninguna de esas tres, es posible que te ponga cara de decepción o “vaya rollo!”. No es extraño que entablando conversación con alguno de ellos te pregunte que te parece o si has probado esa “delicatessen” nipona. “Delicatessen” que a muchos japoneses tampoco les gusta… A mi personalmente creo que lo que más asusta es la pinta que tiene, que la verdad no es que sea de que te entre hambre, pero el sabor no me parece desagradable. La textura en la boca… os la podéis imaginar.
Lo más curioso, por no decir “lo más jodido”, es que como todas las cosas que están malas… es bueno para la salud. Cuántos de nosotros habremos dicho eso de “he leído/me han dicho que es bueno para la salud…” cuántas de ellas han contestado “he leído/me han dicho que es malo para la piel…”. Si no habéis entendido el último punto, no os preocupéis, no es importante…
El nattō se hace… ¿cómo se hace el nattō? Con judías de soja. Se escogen las más pequeñas para que la fermentación sea más rápida y llegue mejor al centro del poroto. Se ponen en agua (supongo que para que se ablanden). Se cuecen al vapor. Se mezclan con la bacteria nattō-kin (Bacillus Subtilis natto). Se deja fermentar a 40ºC más de veinticuatro horas. Se deja enfriar. Se pone en neveras frigoríficas durante una semana para que el proceso de fermentación finalice.
El nattō se vende en supermercados normalmente en paquetes de tres envases, ya que está tan bueno que cuando lo pruebes querrás repetir. En cada uno de ellos, normalmente encontrarás (y digo normalmente porque siempre me lo he encontrado pero seguramente haya alguna empresa que no lo haga), además del susodicho manjar, un sobrecito con dashi (un tipo de caldo de pescado) y otro con mostaza. Para acompañar… o “engañar a la lengua”…
Aquí os dejo un video de como se abre un envase típico de natto y se prepara moviéndolo y mezclándolo en este caso sólo con el dashi y un chorrito de salsa de soja, para comer. Como siempre vuelvo a recomendar ir a verlo a la página de Vimeo en HD y a pantalla completa, creo que merece la pena. Ya me contaréis.