El viernes pasado me invitó Piolineat al Hanami que estaba organizando para el sábado junto a Mickoib e Irukina que conocí en la Twittok y otra gente que aún no conocía.
La verdad es que, al ser mi primer Hanami, andaba un poco perdido. Sabía que se suele llevar comida y bebida y la gente se sienta bajo los cerezos a hablar, beber, comer y pasar un buen rato echando unas risas. Por la mañana, mientras hacía las torrijas que me enseñó a hacer mi abuela, vía Twitter, supe que Mickoib e Irukina llegarían más tarde y que Piolineat estaba preparando “un tipo de sushi” que evidentemente se era inarizushi… El punto de encuentro y la hora eran Harajuku a las dos de la tarde, por lo que era evidente que el parque era Yoyogi Koen. Llegué quizá cinco minutos antes de las dos, pero en la salida de tren habían como doscientas personas esperando a otra gente y haciendo grupos. Aunque habían muchos occidentales… supuestamente entre esa gente tenía que encontrar yo a Piolineat.
Fácil. Después de un cuarto de hora dando vueltas por la zona, fui a una cabina de teléfono y la llamé, entonces me dijo en que zona del parque estaban…
Aunque hacía frío para estar sentado, nos juntamos con un menú internacional que nos tuvo un rato ocupados. Embutidos ibéricos, inarizushi, otsukemono, jamón serrano, vino, calamar desecado, chocolate, torrijas, patatas chips,… Al rato llegó “Mickoib y Acordeón” que ya a última hora y agotando los últimos seis minutos de batería en la vídeo cámara, cantó unas canciones en español… y japonés!
Una tarde divertida pero con frío en los huesos… estas cosas se tienen que disfrutar al solecito tomando algo fresco!
Después del parque Yoyogi fuimos a recuperar la temperatura a una cafetería, donde llegó Irukina con muchas ganas de Hanami… pero nada vamos, demasiado oscuro a las seis y media de la tarde y demasiado frío… para Yozakura.
Fotos de Hanami cortesía de Piolineat (en la última foto comiendo torrijas… con palillos, como hicimos todos).



