Archive for the ‘Abstract’ Category

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www.historiasdeunabstracto.com

January 7, 2010

Después de muchos días de trabajo, y aunque no está acabado, he conseguido mover todo a mi propio dominio. Dado que últimamente no me estiro mucho con el blog, no os voy a decir que corráis a verlo porque no me parece lógico. A mi favor diré que creo que era buen momento para hacer un cambio de imagen, que tengo bastantes apuntes por publicar, que aunque tampoco me gusta vivir de refritos como a Miguel de Marketing Japón ni estancado en la nostalgia, cierto es que me quedan cosas en el tintero. Dos vídeos a medio montar. Más del doble como ideas volando en mi cabeza.

En definitiva, las próximas actualizaciones estarán disponibles en www.historiasdeunabstracto.com

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448. カツが必要な

November 22, 2009

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446. Los japos son

November 11, 2009

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No sé si me he vuelto más sensible con el paso de los meses, tengo el oído más fino, peor sentido del humor, malas compañías… o un poco de todo, pero últimamente escucho o leo demasiadas veces al día la palabra “japo”. Es entonces cuando, como dice mi abuelo: me yerve la sangre.

Algunos lo justifican como una abreviatura de “japonés” (el idioma o la persona), y sin mala intención aunque normalmente no haya forma de diferenciarla de cuando se usa para joder. Cada vez que oigo la palabra, mi cabeza inconscientemente me pregunta “¿ese no ha sido un uso despectivo?”. Me cuesta tanto identificar las veces que se dice “sin mala intención” que me yerve la sangre.

Ni que decir tiene, que me caliento mucho más cuando le sigue la palabra “son”. Si lo que llega a mis oídos es “los japos son…” es muy raro que no me entren ganas de poner cuellos rojos…

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445. Boom bap Pt.1: El antiguo 4º4ª

November 1, 2009

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Hace ya unos cuantos años que se hicieron estas fotos. Tardes en el “4º 4º”, nombre con el que bautizó Juan Profundo a su estudio. Lugar donde cocinaba (y cocina) esos beats con el sonido underground de Rubí. Lugar donde escribía (y escribe) esas rimas afiladas. Por aquel entonces daba las últimas pinceladas a lo que poco después se llamaría “El próximo nivel”, primer larga duración en las tiendas. Hice las fotos de aquel trabajo que, para mi gusto, la persona que se encargó del diseño maltrató bastante. De todos modos, a día de hoy, no salvaría ninguna de las instantáneas.

Las imágenes de esta entrada son una vista de cerca al espíritu desordenado de aquella habitación que hacía las funciones de estudio y trastero a veces. Habitación de donde salieron grandes ritmos hechos por aquel entonces con Impulse Tracker.

Ahora, y mientras lo escucho, puedo decir que “El próximo nivel” suena viejo. No por ello dejaría de lado temas como “La Resaca”, donde el loop y la línea de bajo se me antojan pesadas como la mañana que describe la letra. “Pleya de playa” con un bajo gordo y mandando un saludo a esos raperos que dan una imagen falsa. “Los amos” con un sample fresco y unas de las mejores rapeadas del disco.

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Fuera de foco, ruido, manchas, composición. Son muchas las cosas que corregiría de estas imágenes, pero entonces ya no reflejarían esas tardes escuchando loops en el antiguo 4º 4ª. Juan Pro sigue trabajando y haciéndolo mejor. Recortes de muestras de discos viejos, de programas de televisión… hacen que aunque el estudio haya sufrido una reforma para mejor y haya recibido equipo nuevo, el espíritu y el alma sigue siendo el mismo. Estas fotos sucias y desordenadas, ya son parte del pasado.

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444. El señor Tanaka

October 26, 2009

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El señor Tanaka fue directo desde el principio. En un correo con varios consejos, me dijo que, por motivos que no podía decirme (que acabó comfesándome más tarde), no me podía dar trabajo aunque mi portafolio variado le llamaba la atención. Acababa su escrito haciéndome dos preguntas que quise responder por su amabilidad y por si cabía la posibilidad de dejar alguna puerta abierta ante ese misterioso “por motivos confidenciales, no puedo contratarte”. La primera de ellas: por qué había escogido su empresa. La segunda: que le dijese cosas buenas y malas de mi mismo.

Aparentemente tenía poco que perder y habíamos llegado a un punto más allá del de “dueño de empresa – chico que busca trabajo”. Aunque el escenario seguía siendo mi fría habitación de paredes de hormigón armado y me encontraba sólo escribiendo en mi MacBook, no me era difícil imaginarnos en cualquier restaurante del barrio hablando delante de una cena de menos de mil yenes y algunas bebidas.

¿Por qué su empresa? Le quise decir la verdad. Porque era una empresa de diseño y yo necesitaba trabajo de diseñador. Porque había visto cosas muy interesantes en su página web. Cosas que no había hecho nunca y de las que podía aprender. Pero a la vez porque también había visto cosas que creía que podía hacer mucho mejor. Por eso, porque creía que podía aprender de lo que se hacía en su casa y aportar conocimientos que creía que no tenían. Él me dijo que le habían gustado mucho mis fotos, la cual cosa me hizo gracia ya que mis conocimientos de fotografía son como aficionado y bastante básicos… yo soy diseñador gráfico, pero cierto es que lo primero que pensé que podía mejorar en la empresa del señor Tanaka eran las fotografías…

Sobre lo de que le contase cosas buenas y malas de mi… La verdad es que, aunque no lo parezca no me gusta hablar de mi mismo, o sí, pero mucho menos cuando me preguntan… Así que le dije dos cosas buenas y otras dos malas. Lo positivo: que tengo facilidad para aprender métodos y herramientas nuevas de trabajo y es raro que me tengan que decir cómo se hace algo dos veces. Que, ya sea en equipo o individualmente, no tengo problemas para desarrollar ideas. Lo negativo: que soy un maniático perfeccionista y a veces puede ser molesto trabajar conmigo, me gusta medir las cosas al milímetro y que todo esté en su posición exacta (la cual cosa no quiere decir que lo haga todo bien, pero sí que lo hago lo mejor que sé). Que si me piden mi opinión y algo no me gusta, lo digo directamente intentando explicar las razones lo mejor posible, pero sin importarme si es obra del jefe o del chico nuevo…

El señor Tanaka me respondió de forma cordial, me confesó por qué no me podía dar trabajo y aunque no lo entendí y me pareció una actitud cobarde, lo respeté y le guardé respeto hasta el último momento. Nos deseamos suerte mutuamente. La que el me deseó, aparentemente, no sirvió de mucho… la que yo le mandé (sincera) parece que sirvió poco más o menos de lo mismo por lo que he podido ver en las noticias últimamente…

Quizá sea un buen momento para ponerse en contacto otra vez e intentar que las cosas salgan mejor juntos de lo que salieron por separado…