Tengo una nueva cámara vieja. De segunda mano. Una Fuji s3 Pro que tenía un primo mío en un cajón y me la ha hecho llegar junto con una lente fija y un zoom.
Una cámara anunciada el 25 de febrero de 2004 pero con la que creo aún se puede salir a dar paseos. No tiene live view, ni autolimpieza de sensor (una pena), ah! y tampoco graba vídeo, función que se empieza a ver ahora entre las reflex del mercado y que nunca está de más (que luego se use o no… depende de uno).
Le compré un par de piececillas de plástico que se habían perdido con el tiempo… y salí a la calle, contento como el que estrena zapatos. Aún sin saber como iban los menús, las opciones o los ajustes… toqueteé cuatro cosas y me fui a estrenar mi nueva cámara vieja.
Llegué a Shibuya y no porque no hayan más sitios en Tokyo. Me fui dando un paseo por sus calles intentado sacar lo mejor de ellas. Esas calles por las que he paseado casi todos los días y de las que ya casi estoy aburrido de hacer fotos… pero no.
Llegué sobre las siete y media quizá. Jovenes de todas las tribus urbanas imaginables o inimaginables, luces de todos los colores, música de cualquier rincón,.. Mucho movimiento, incluso siendo un lunes y menos occidentales que en agosto.
Cargué sólo con la lente fija, un 90mm f/2.8 de Tamron. Subí el ISO a 400 después de darme cuenta que la poca luz del lugar me pedía que lo hiciese y seguí mi paseo que después de tres exámenes ese día, me estaba sintiendo a gloria.
Pese a ser cuatro años más vieja que la Olympus e-510, la Fuji s3 Pro es bastante más cómoda de usar y me hace sentir más a gusto. Una vez en casa, repasando las fotos, me di cuenta que el ruido que hace ésta es mucho más parecido al grano de las películas fotográficas y no esa trama de puntos rojos verdes y azules a los que me tiene acostumbrado la e-510 y que tanto me molesta.
El rango dinámico parece ser más amplio. Es cierto que las fotos salen más empastadas y con poco contraste, pero la calidad de las luces y las sombras es mucho mejor que cualquier otra cámara que haya tenido. Problemas como el contraste tienen fácil solución con cualquier software de edición fotográfica. Problemas de zonas sobreexpuestas a veces no tienen solución…
La verdad es que para ser la primera vez que la tenía en mis manos me quedé contento con el resultado final y va a ser raro que vuelva a la Olympus… Creo que con la Fuji s3 Pro, aún sin ser una Canon o una Nikon (que hay más marcas!) puedo tener muy buenos resultados… más fotos con esta cámara en breve.