Archive for August, 2008

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300. Una vez cada cien

August 29, 2008
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299. Zongzi

August 28, 2008

Las bolas de arroz Zongzi son de origen chino. Envuelto en una hoja de bambú podemos encontrar arroz glutinoso (mochi gome) y diferentes ingredientes: gambas deshidratadas, salchicha china, setas shiitake, carne de cerdo, almeja deshidratada,..

Se lavan tres vasos de arroz.

Se ponen en agua los ingredientes deshidratados (gamba, almeja y setas).

Se corta y se fríe la carne de cerdo, cuando éste esté frito se le agregan las setas shiitake y se fríe otra vez.

Se añaden dos cucharadas soperas de salsa de soja, tres de azúcar, dos de sake y medio vaso del agua en la que se habían puesto los ingredientes deshidratados y se hierve.

Se añade media cucharada de postre de polvo de cinco especias (español | english).

Se quita el cerdo y las setas de la sartén pero se deja el caldo, donde añadiremos el arroz, las almejas y las gambas.

Se vuelve a agregar medio vaso del agua de los ingredientes deshidratados, dos cucharadas de salsa de soja y un vaso y medio más de agua normal.

Cuando empiece a hervir se baja el fuego al mínimo y se sigue cocinando moviendo durante 10 minutos.

Cuando la textura del arroz empieza a ser pegajosa se agrega sal y pimienta y se sigue moviendo hasta que se consuma el agua.

Se lía en las hojas de bambú (también las he visto en hojas de loto) y se ata con una cuerda o sucedáneo para que no se escape.

Se cuecen al vapor durante 30 minutos… y se comen.

Las bolas Zongzi llegaron a la cocina japonesa en la era Heian, donde con el paso del tiempo sufrieron cambios y modificaciones suficientes como para ser completamente diferentes a las originales. La “versión japonesa” se llama Chimaki, es dulce y se come sobretodo el día 5 de mayo en el Día del Niño (“Kodomo no Hi”).

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298. Arquitectura nipona Pt.2

August 27, 2008

Hice estas fotos cuando la cámara aun estaba fría en mis manos y no sabía muy bien como iban ni los menús… El caso es que antes de comprar las lentes OM en las que el enfoque es manual y según la abertura del diafragma y lo oscuro que esté el sitio se puede convertir en una odisea… salí alguna vez a pasear por el barrio con la Olympus e-510 y su lente de serie. Como todas las ópticas de un kit básico, deja que desear y la evidencia se hace más notable cuando llevas otra lente mejor en el bolsillo. Como no era el caso me volví con estas, otras tantas fotos y ganas de seguir saliendo a la calle a ver si poco a poco la máquina se iba “calentando” en mis manos y yo también la entendía mejor… no estoy hablando de mujeres.

No vivo en el centro de Tokyo y creo que lo prefiero así. Dando un paseo de un par de horas (lo suficiente como para perderme bien perdido) por el barrio, me encontré con todo tipo de casas que creo que reflejan bien el contraste arquitectónico del extrarradio japonés… aquí una muestra.

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297. トルティヤ・デ・パタタス

August 26, 2008

Desde que volví a las aulas en el segundo trimestre, a mi clase se incorporaron más gente de China y Corea, además de una chica de Indonesia. Evidentemente ha aumentado el ritmo de aprendizaje de kanjis, las estructuras gramaticales son más complejas, hacemos más exámenes de conversación, más redacciones y la novedad era una presentación sobre un tema libre de una duración de tres minutos mínima delante de toda la clase. Teniendo en cuenta que la comunicación con ellos cada día es en japonés, incluso por teléfono o por mail, lo complejo del asunto en este caso no es el hablar en japonés si no lo incómodo de hacerlo delante de veinticinco personas que te están mirando…

Cada día una persona, una presentación, un tema. Desde el que le gusta la fotografía y se trae el portátil a cuestas para enseñar unas fotos, hasta la que recibió un regalo muy importante que lleva siempre con ella, pasando por la que le gusta tocar instrumentos musicales, el que le gustaría vivir en Finlandia, el que explica la fiesta de su graduación escolar, una promesa hecha a una abuela,..

A todo eso los demás alumnos de la clase que escuchan, valoran, puntúan y comentan. Por eso yo los intenté distraer y convencerlos por el estómago haciendo una tortilla de patatas para que la probaran y contándoles una pequeña historia además del “como se hace”.

La presentación duró algo más de cinco minutos. Mientras sacaba la tortilla de patatas de ocho huevos de la bolsa y se la iban pasando para meter la nariz para ver a que olía empecé contándoles que mi hermana hace la mejor tortilla de patatas del mundo. Que antes de venir a Japón le pregunté su “secreto”. Dije que a mi me gusta ponerle ajo, pero, por si a alguien no le gustaba, a esa no le había puesto. Cuando empezaron todos a decir “a mi me gusta”, “a mi me gusta”, “a mi me gusta”,.. yo dije “mierda”. Les conté la historia de mi Fran Don y antes de que se diesen cuenta había acabado.

Cuando hice el repaso de las caras de izquierda a derecha me estaban mirando todos un poco con la boca abierta y por lo menos la primera sensación fue que les había gustado. Entonces a la pregunta de si alguien tenía alguna duda, evidentemente, nadie tenía ninguna. Digo evidentemente porque lo que querían todos era ponerse a comer, que la tortilla estaba a mi lado esperando ser cortada… y la corté.

Fueron pasando cogiendo un trozo y cuando todos estaban servidos, los más rápidos repitieron. Me dijeron que estaba muy buena. No quedó ni una pizca. Me sugirieron poner carne dentro, poner ajo,.. Y me dieron su aprobación a llevar una cada día. Después me pidieron la receta, se la apuntaron y me hicieron cuarenta preguntas… les dije que sin ver como se hace, es muy difícil siguiendo cuatro lineas en japonés…

Mi impresión final fue muy buena y agradable. Ver que gente de diferentes países y con diferentes paladares degustaban y gustaban de una simple tortilla de patatas que desapareció en menos de un minuto… mereció la pena el rato invertido en hacerla.

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296. Nagashi Sōmen

August 25, 2008

Es muy curioso como las nuevas tecnologías pueden ayudar a los viejos negocios. He aquí un ejemplo:

El nagashi sōmen es una forma de servir sōmen: en cañas de bambú por las que circula agua. Los comensales se sientan a los lados de las cañas y a medida que los fideos van pasando, los cogen con sus palillos, los meten en el cuenco con salsa y se los comen. Los que no son atrapados van a parar a una cesta al final del recorrido.

Iba de viaje en el tren. Hacía un calor de mil demonios, tanto como para quemarme el cogote, así que pensé “¿qué mejor que unos fresquitos sōmen para comer?”. Ya que había oído hablar de esos restaurantes que echan los fideos en cañas de bambú y aprovechando que estaba un poco lejos de Tokyo, busqué en el Google del teléfono móvil uno cercano. Encontré éste, que aunque me tenía que desviar un poco de mi recorrido, merecía la pena. Por si acaso, llamé para confirmar el horario y que seguían haciendo nagashi sōmen. Me planté en la estación de tren más cercana y abrí Google Maps otra vez en el teléfono. Escribí el nombre del restaurante y seguí el camino mirando el mapa. En unos veinte minutos y sin perderme me había plantado en el sitio exacto.

Hablando con la mujer mientras lanzaba fideos me decía que ya casi no quedan restaurantes en los que se sirvan así los sōmen, que la mayoría de gente que llega a su negocio, que tiene más de veinte años, es a través de internet y que parece mentira lo mucho que les ayuda… A todo eso yo le contesté que había visto la web buscando un restaurante de nagashi sōmen mientras iba en el tren… y eso me había llevado allí.

No me gusta poner vídeos que no haya tomado yo en el blog y menos si son a la calidad de Youtube… pero creo que en este caso la excepción está más que justificada…